Desaparece la selva amazónica
Cerca de 26.000 kilómetros cuadrados de Amazonia han sido destruidos desde agosto de 2004, según un
informe presentado por el Ministerio del Medioambiente de Brasil.
Una de las áreas más afectadas es el estado de Mato Grosso, donde vastas extensiones desaparecieron para
dar lugar a cultivos de soja. Después de que se dieran a conocer estos datos, el Partido Verde - que integraba
la coalición oficial - abandonó el gobierno de Inacio Lula da Silva, pero su más conocido representante, el
músico Gilberto Gil, seguirá como ministro de Cultura.
El Instituto Brasileño del Medioambiente (Ibama) responsabilizó a las siderúrgicas que operan en el estado
de Pará, ubicado al norte del país, de la destrucción ilegal de unos 120.000 árboles de la selva amazónica al
día. Pero grupos como Greenpeace y Worldwide Fund for Nature señalaron que el gobierno de Lula tiene
responsabilidad por haber alentado el desarrollo de la agricultura. Greenpeace también responsabilizó a
España por importar soja y madera de las zonas más deforestadas del Amazonas.
El Instituto de Medioambiente emprendió una campaña de inspección en varias de las empresas siderúrgicas
ubicadas en el municipio de Marabá, que utilizan el carbón vegetal para producir arrabio, hierro fundido
usado como materia prima para la fabricación de acero. Estadísticas del organismo indican que el 80% del
carbón vegetal que abastece las plantas de arrabio de los estados de Marañón y Pará proviene de la
deforestación ilegal de la selva nativa.
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